IDENTIDAD, MEMORIA COLECTIVA Y NUEVAS TECNOLOGÍAS SE ENTRECRUZAN PARA FORMAR MI NARRATIVA VISUAL.
La obra del artista de Cádiz Jaime Velázquez establece una desconexión automática entre los límites de la realidad y la ficción. Su particular diálogo entre figuración y abstracción digital, salpicado de lenguaje urbano, facilita la interpretación de situaciones cotidianas generadas por la falta de coherencia de los lenguajes actuales. Velázquez contagia a su obra una perspectiva utópica, una realidad que se refleja en sus cuadros a través de personajes desarraigados de su propia esencia vital, abocados a una especie de limbo programado por el algoritmo que dirige nuestro destino.
IDENTIDAD, MEMORIA COLECTIVA Y NUEVAS TECNOLOGÍAS SE ENTRECRUZAN PARA FORMAR MI NARRATIVA VISUAL.
La obra del artista de Cádiz Jaime Velázquez establece una desconexión automática entre los límites de la realidad y la ficción. Su particular diálogo entre figuración y abstracción digital, salpicado de lenguaje urbano, facilita la interpretación de situaciones cotidianas generadas por la falta de coherencia de los lenguajes actuales. Velázquez contagia a su obra una perspectiva utópica, una realidad que se refleja en sus cuadros a través de personajes desarraigados de su propia esencia vital, abocados a una especie de limbo programado por el algoritmo que dirige nuestro destino.